El verano es tiempo de fotografiar y de ver fotografías, de abrir una ventana y desear que entre algo de fresco. Esta bocanada de aire renovado la ofrece PhotoEspaña, que en su 18ª edición proporciona una mirada a la fotografía latinoamericana. Un vastísimo territorio, como el número de exposiciones, que muestran multitud de diferencias y confluencias del continente.
Un ejemplo son las 180 imágenes que se pueden ver en Latin Fire. Otras fotografías de un continente, de la colección Anna Gamazo de Abelló, una de las más importante de fotografía latinoamericana. La que la directora del certamen, María García Yelo, dijo que "no se podía concluir que hubiera una identidad común". Imposible en una muestra en la que están representados casi 60 artistas de ocho países que han capturado la realidad de este territorio en el último medio siglo y que ahora se aúna en el CentroCentro Cibeles hasta el 13 de septiembre.
Con una línea totalmente marcada, al contrario que la muestra anterior, se encuentran en el Museo Cerralbo los retratos femeninos de Korda. El fotógrafo cubano Alberto Díaz Gutiérrez Korda, mundialmente conocido por retratar al Che, se hizo fotógrafo "porque quería capturar la belleza de las mujeres" como afirmó su hija en la inauguración. 60 de estas imágenes se pueden contemplar hasta el 6 de septiembre.
De los retratos de mujeres, a Tina Modotti, una mujer que fotografió el México de su época, la realidad de este país en los años veinte, tanto de su círculo, los grandes muralistas mexicanos -Rivera, Orozco y Siqueiros- la contrataron para que documentara su proceso creativo, como lo que se vivía en las ciudades y en los pueblos. Colocaba la cámara a la altura de los ojos y reflejaba la dignidad de lo cotidiano. Su activismo político y sus ideales comunista las llevaron a Europa donde dejó de fotografiar. Su primera exposición en España se puede ver en la Fundación Loewe (Madrid) hasta el 30 de agosto.
La vida cotidiana de este país norteamericano también fue retratada por Manuel Carrillo, su mirada de antropólogo buscando el detalle de su pueblo se refleja en Mi querido México en el Museo Lázaro Galdiano hasta el 30 de agosto.
Otra representante mexicana es Lola Álvarez Bravo (1907-1993), junto con Modotti, Frida Kahlo, Diego Rivera y el que fuera su marido, Manuel Álvarez Bravo formó parte del grupo artístico posrevolucionario de su país. Se pueden ver sus obras en el Círculo de Bellas Artes hasta el 30 de agosto.
Para volver al México actual, Develar y detonar. Fotografía en México, ca. 2015 en el CentroCentro Cibeles muestra un país que ha sufrido profundas transformaciones sociales, políticas e ideológicas, una nación cambiante en la que la producción fotográfica ha crecido exponencialmente.
A la multiculturalidad brasileña se acerca PhotoEspaña de la mano de Mario Cravo Neto, la primera retrospectiva de este fotógrafo en Europa. En Mitos y Ritos, que se puede ver en el jardín botánico hasta el 2 de agosto, se repasa con imágenes y vídeos su lenguaje artístico que mezcla religión, erotismo, violencia, naturaleza y cultura.
En el Espacio Fundación Telefónica el guatemalteco Luis González Palma (1957) muestra su universo con ecos a la pintura religiosa y al barroco. En sus palabras: sus palabras su obra es "un intento de darle cuerpo a los fantasmas que gobiernan las relaciones personales, las jerarquías religiosas, la política y la vida". De Guatemala es también Julio Zadik (1916-2002), pionero de la fotografía moderna centroamericana, que recorrió su país y el resto del mundo guiado por la curiosidad, con la fotografía como pretexto y la poesía como estilo. Se puede ver su obra en el Jardín Botánico de Madrid hasta el 2 de agosto.
En la Fundación ICO, hasta el 6 de septiembre Construyendo mundos. Fotografía y arquitectura en la era moderna, 250 fotografías de 18 fotógrafos desde los años 30 hasta la actualidad que han cambiado nuestra forma de ver la arquitectura y de reflexionar sobre el mundo en que vivimos.
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